sábado, 15 de noviembre de 2014

ORIGENES DE LA ADMINISTRACION ECLESIASTICA

Algunos creen que cualquier forma de administración en la iglesia local es equivalente a los propósitos de Dios. Estos creyentes comprenden muy poco de las bases bíblicas y los fundamentos teológicos de la Administración.

Se espera de nosotros, como mayordomos, que administremos la obra de Dios de una manera sabia y eficiente.

De hecho, como ministros líderes, tendremos algún día que dar cuenta de nuestra administración cuando nos encontremos ante nuestro Señor Jesucristo.

Un buen mayordomo es aquel que conoce su responsabilidad de supervisar los asuntos de su maestro y enfoca sus esfuerzos hacia ese fin.

Administrar el ministerio de Dios requiere un análisis serio y un pensamiento bien enfocado, proveer cuidado y administración en la obra de Dios debe depender de algo mas que métodos novedosos de 3 ò 4 pasos.

Los métodos de administración han logrado un significativo progreso en los negocios, la educación, los servicios de salud y en área militar. Sin embargo, las iglesias han fracasado en mantenerse al día con estas nuevas perspectivas y se han quedado atrás.

Cuando los miembros de las congregaciones que han sido capacitados en estas áreas, observan la manera ineficaz en la que nuestros líderes de iglesias administran los recursos del ministerio, pierden la confianza en ellos y ven a estos lideres con suspicacia y menos precio.

Muy pocos escritos sobre la administración en el ministerio tienen su base en una teoría exhaustiva o en una integración teológica de las enseñanzas sobre la administración.

Los problemas complejos del ministerio no se resuelven con una simple apreciación secular, sin una discusión significativa de las bases técnicas para la solución, el problema ingresa en una forma ligeramente distinta semejante a una bacteria que se ha hecho resistente a los antibióticos.

El paradigma Administrativo Cristiano esta basado en un enfoque cuádruple: Escritura,ideas, cosas, personas.

El pensamiento cristiano Exige un proceso de integración de las escrituras y de la teología en lo que hacemos como administradores reflejándose en la asociación fundamental de una administración esa cristiana.

El pensamiento conceptual bíblico exige un proceso de planificación de administración con las escrituras y la teología en mente, poniendo en papel las ideas de la organización.

La administración exige que nos comprometamos a organizar la institución para el logro de sus metas, enfocadas en la utilización adecuada de recursos y cosas.

El liderazgo exige un proceso multifacético de reclutamiento de personal, dirección y evaluación, al mismo tiempo que se enfoca en las personas, no como un recurso sino como participante en el esfuerzo de nuestro ministerio.
De estas tareas conceptuales brotan seis funciones de administración
- Integración
- Planificación
- Organización + Bíblicos - Teologicos
- Dirección
- Evaluación
- Recurso humano
Cada una es crucial para el éxito de la teoría y la practica de la administración cristiana.
INTEGRACIÒN
Al estudiar las escrituras descubrimos que para Dios es muy importante la manera como lo representamos ante los ojos del mundo no creyente.
A él también le importa mucho la forma en que su pueblo usa los dones y talentos con la que él lo ha provisto.
Cuando un siervo usa mal los recursos, o no toman en serio su responsabilidad (Mat.24:45-51), Dios esta presto para juzgar a ese siervo con severidad.
También podemos notar que Dios de a sus siervos cierto número de talentos y responsabilidades, y espera que ellos se dediquen a llevar a cabo la obra de su maestro hasta que él regrese (Mat. 25:14-30). La lección en estos versículos es que si somos descuidados en la admón. de nuestros deberes, seremos recipiente de la disciplina de Dios.
Como sus siervos, somos responsables del cuidado y adecuada distribución de sus recursos materiales, financieros y espirituales. Este papel de mayordomos no es uno en el que se debe entrar con ligereza, porque viene con grandes expectativas de un comportamiento honesto y ético.
La perspectiva bíblica sobre la mayordomía es que los recursos de Dios no son nuestros. Son de Él, y èl los ha puesto bajo nuestra custodia hasta que le parezca apropiado que le sean de vueltos. La Administración del ministerio es necesaria por una variedad de razones:

1º) Porque el ministerio se trata de personas, no de programas. Por esta razón necesitamos recordar que la Administración es el medio para lograr un fin, nunca el fin en sí mismo. La Administración Cristiana nos permite servir a la gente más eficientemente.

2º) Porque el cuerpo de Cristo es una entidad corporativa, no es una organización, sino más bien un organismo.
La Congregación es una comunidad de personas que se han unido voluntariamente para funcionar como un grupo. Como tal, los creyentes son miembros del mismo cuerpo espiritual, miembros de la familia de Dios.

3º) Porque la iglesia tienen una misión y no puede lograr esa misión más que con un esfuerzo coordinado; todas las actividades son el corazón de una buena administración.

La Administración no es periférica en la vida y en funcionamiento de la iglesia es necesaria porque la iglesia son personas con una visión. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento están repletos de ejemplos de planificación, organización, dirección, evaluación y reclutamiento de personal, mucho tiempo antes de que el occidente los comenzara a usar en sus empresas de negocios.

PLANIFICACIÒN
La planificación se define como un proceso que empieza con un cuadro mental de donde se quiere estar en algún punto futuro (meta). Luego determina en curso de acción (estrategia) en pasos medibles (objetivos) siguiendo las señales correctas del camino (políticas y procedimientos) para poder llegar a la meta usando los recursos disponibles (personal, presupuesto, medios).

Los lideres eficaces pueden articular su meta en palabras que a traen e inspiran a otros seguirlos.
Planificar es ver el futuro con la esperanza de lo que se llegará a ser, no es un salto a ciegas en la oscuridad. Una vez que ha asido la visión, un líder comienza a construir ese futuro en un proceso detallado paso a paso. Hay muchos ejemplos de planificación en la biblia.

Génesis presenta el relato de la creación del universo de tal forma que no da lugar a dudas de que Dios tenía un plan. Cada uno de los días de la creación está marcado con una actividad y diseño proyectado. Nada es dejado a la suerte ò a una actividad fortuita. Cada día contiene dirección específica pronunciada por Dios acerca de lo que debía establecerse.

La historia de Noé que se encuentra en Génesis Cap. 6-9, también habla de la planificación de Dios. Estableció un plan para un nuevo comienzo. Decidió enviar un diluvio para eliminar el estilo pecaminoso de la vida del ser humano. Sin un plan de Dios y la obediencia de Noé, la humanidad hubiera tenido una existencia muy corta en este planeta. Luego Dios reveló sus planes adicionales a un hombre llamado Abrahán para establecer con él una relación que tendría consecuencias eternas (Génesis 12:13).

La descendencia de Abrahán sería numerosa como el polvo de la tierra (Génesis 13:16), (15:5) y (22:17) esta planificación anticipada proveyó a Abrahán con la seguridad de que podía confiar en que Dios cumple sus promesas y no olvida sus planes.

Esta planificación de Dios en el Antiguo Testamento, concluye con Nehemías a quien le encomendó la reconstrucción de los muros de Jerusalén y a Esdras la reconstrucción del templo. De la misma manera en el Nuevo Testamento presenta muchos ejemplos de planificación.

Efesios 1:4-5 dice que Dios en su Omnisciencia antes de la creación del mundo escogió a los que serian seguidores de Cristo es obvio que Jesús fue un planificador, una de las más penetrantes parábolas de Jesús fue sobre el tema se encuentra en (Lucas 14:28-32).

Pablo también nos da evidencia de la planificación, por ejemplo (1º de Cor. 11:14) en donde encontramos instrucciones para un servicio de adoración ordenado, métodos para edificar el cuerpo de Cristo (Rom. 12:1, Efe. 4). Todo esto nos revela que la planificación es importante para lograr el resultado deseado de la meta.

ORGANIZACIÒN
Las escrituras enseñan que Dios no es un Dios de confusión sino de orden pacifico (1 Cor. 14:33) y que desea que todo sea hecho debidamente y de manera ordenada (1º Cor. 14:40). La definición de la palabra organización podría ser: hacer las cosas de manera ordenada.

En el contexto de una organización, esto incluye dos actividades primordiales: 

1º) Desarrollar una estructura organizacional que presenta las relaciones entre cada uno de los miembros de la organización.

2º) Preparar una descripción de tareas para que los que sirvan sepan lo que se espera de ellos en términos de capacidades y responsabilidad.

Dentro de la organización Dios es la cabeza suprema del universo. El hombre es su creación y se le hadado autoridad y dominio sobre el medio ambiente.

La humanidad tiene autoridad sobre las plantas y los animales y debe actuar como mayordomo de esa encomienda según Gen. 2:24, Dios creó el primer núcleo institucional organizado: la familia.

Hablando de esta dinámica Pablo en Efesios (5:23:24), describe el orden organizacional de la misma, igualmente en lo que respecta a los hijos (Efesios 6:1). Estos pasajes revelan la estructura organizacional de Dios para la familia, así mismo Dios en Números Capitulo 2 establece de forma organizada las responsabilidades y tareas de las tribus de Israel.

En el nuevo testamento Pablo proveyó discernimiento adicional en la organización de la iglesia al dar políticas concernientes al decoro, los cultos de adoración (1 Cor. 11), al uso de los dones espirituales (Rom. 12:1; 1 Cor. 12; Ef. 4:11-16), a la cena del Señor (1 Cor. Cap. 11) y como resolver conflictos entre los miembros ( 1 Cor. 6: 1-7; Fil 2:14).

Aunque no hay una estructura prescrita que debe ser incorporada en toda iglesia, las clasificaciones para los que sirven como administradores ò ancianos son inequívocas (1Tim. 3:1-13). Hay dos categorías de ancianos: los que enseñan y los que gobiernan (1 Tim. 4:14; 1Pe. 5:2).

En los inicios de la iglesia solo existen ancianos los que gobernaban y dirigían los asuntos de la iglesia (hoy pastores) y los que enseñaban se basaban en la instrucción y la aplicación de la palabra de Dios en las vidas de los creyentes (hoy pastores). La estructura organizacional y el diseño son evidencia de una planificación sabia. Las dos funciones de planificar y organizar son difíciles de separar. Cada una depende de la otra para armonía y para un servicio eficaz.

Si el proceso de planificación es llevado a cabo correctamente y con previsión, esto hará mucho más fácil el proceso de organización.
DIRECCIÒN
La función administrativa de dirigir se define como un proceso por el cual el supervisor guía a los subordinados a entender y a contribuir para los objetivos de la organización. En el contexto de una iglesia local, un supervisor hábil (pastor principal, pastor asociado) supervisa a sus servidores en tal forma que los convierte en parte del personal de la iglesia.

Dirigir es, entre las cinco funciones administrativas, una de las más desafiantes porque el supervisor está tratando de resolver cómo dirigir a cada miembro del personal. Las actividades asociados con la dirección incluyen delegación, motivación, coordinación.

Delegación:
El libro de Génesis comienza con la delegación de la mayordomía de la creación a ADAN (Gen. 1:28-30).

En el capitulo 24 tenemos el singular relato en el que Abrahán delega la importante responsabilidad de encontrar una esposa para su hijo Isaac. También Moisés delegó responsabilidades judiciales a setenta varones (Exo. 18:17-27), en el nuevo testamento, en (Lc.10:1-20) el Señor Jesús delegó responsabilidades del ministerio a setenta discípulos, también a sus doce apóstoles (marc.6:7-13), el apóstol Pablo delego responsabilidades ministeriales a los ancianos de cada iglesia que él estableció (Hech. 14:23) El delegó la responsabilidad de supervisión del ministerio en Creta a Tito y lo alentó a ser fiel en su trabajo. (Tito. 1:5-9)

Motivación:
Dios usa métodos excepcionales para motivar a la humanidad a veces fuertes y enérgicos,tales como en el caso del Lot (Gen. 19), o cuando hizo que Jonás fuera a Nínive (Jon.1).
El en nuevo testamento el señor Jesús sirve como ejemplo en como motivar a las personas a responder basadas en las virtudes del amor, servicio desinteresado, compromiso, fidelidad y humildad por con corazón lleno de agradecimiento y reconocimiento por todo lo que Dios han hecho por nosotros. El apóstol Pablo cuando su vida se acercaba al final,reveló sus motivos para el servicio (2 Tim 4:7-8)

Coordinación:
En nuevo testamento vemos evidencia de coordinación en el entrenamiento de los discípulos. De la misma manera vemos coordinación en la iglesia primitiva en la elección de Matías (He. 1:15-26), en la elección de los siente diáconos (He. 6:1-6), en el acto de la iglesia de Antioquia de aceptar a Pablo y a Bernabé para el servicio misionero (He. 13:1-3), todo esto no ocurrió por casualidad, sino que incluyeron esfuerzos coordinado entre la iglesia y los lideres del ministerio.

AVALUACIÒN
Controlar es el término más popular en el campo de la Administración secular. Esta parte del proceso es la que asegura que hay progreso hacia el logro de los objetivos de una empresa.

Este término no ha tenido una respuesta positiva de parte de los miembros de la iglesia porque suena demasiado como manipulación o coerción. Es preferible usar el términoevaluación porque es un concepto bíblico por su relación estrecha con el conceptomayordomía.

Evaluación:
En contexto del ministerio puede ser definido como el proceso por el cual rendimos cuenta de la manera en que administramos los recursos que Dios nos ha confiado.
La evaluación es un proceso de cuatro pasos:
1) Un sistema de informes.
2) Una normativa bajo la cual es comparado.
3) Un plan de acción correctiva, cuando se descubren los errores.
4) Un sistema de recompensa para aquellos que han cumplido (premiación).

1.Sistema de informes.
La primera fuente de información tiene que ver con Dios y Adán ya que, entre ellos existía retroalimentación y diálogo. Dios estaba consciente de la situación de ellos cuando describió su caída. Ellos reconocieron que eran responsables de dar cuentas a Dios por sus acciones. Poco tempo después Caín tuvo que responder por la muerte de Abel (Gen. 4).
En el nuevo testamento el principal sistema de información es el singular papel del espíritu santo. Jesús reveló parte de este papel de supervisión (Jn. 14:16:17) y (Jn. 16:13-14)

2.Establecimiento de normas.
Dentro de este sistema encontramos muchas normas que Dios había prescrito para su pueblo, los diez mandamientos son probablemente las más notables de las normas.
Dios permite un buen margen de libertad en la aplicación de los principios del ministerio pero donde hay normas, estas deben ser seguidas estrictamente.
Más allá de las expectativas obvias declaradas en la descripción de tareas, la mayoría de ministerios deberían tener manuales de políticas y procedimientos para asegurarse de que las normas de desempeño se comunican claramente.

Ejemplos prácticos de normativas.
-Cuando como pastor aconseje a alguien del sexo femenino deje la puerta abierta ò hágala de vidrio.
-A los jóvenes del sexo masculino no se les permite llegar a las jóvenes en sus autos después de una actividad en la iglesia.

3.Desarrollo de planes correctivos de acción.
El antiguo testamento mandaba una variedad de maneras para tomar acciones correctivas (Lev. 4-6) da instrucciones detalladas para los que deseaban ofrecer un sacrificio a Dios y con ello recibir su perdón. Números. 5:5-7 da instrucciones acerca de una persona que ha agraviado a otra y desea la reconciliación. Su ejemplo de corrección abundan en el nuevo testamento también Jesús trato de corregir la teología errónea de los líderes religiosos de su tiempo.

Pedro enfrento a Ananías y Safira por mentir (He. 5:11) también vemos corrección en la confrontación de Pablo y Pedro (Gàl. 2:11) y nuevamente en la manera en que manejo la disciplina en la iglesia de Corinto.

Si corregimos nuestro propio comportamiento cuando nos extraviamos del camino, entonces no tendremos necesidad de recibir corrección de parte de otros (1 Co 11:28, 2 Cor. 13:5). El apóstol Pablo habló de la necesidad de vivir una vida de dominio propio y autodisciplina, de manera que no seamos descalificados pora el servicio del ministerio (1º Cor. 9:26-27)


SOTERIOLOGIA

SOTERIOLOGIA

I. INTRODUCCIÓN

II. La persona de el Salvador
1. El Cristo antes de la encarnación
2. El Cristo encarnado
3. Cristo en su muerte
4. El Cristo resucitado
5. El Cristo ascendido y sentado en los cielos
6. El Cristo que vuelve
7. El Cristo que reina para siempre


I. Introducción

Soteriología: Parte de la Teología Sistemática que trata de la salvación.

El vocablo salvación comparte dos ideas fundamentales:

Primero: Ser salvo implica el ser rescatado de un estado de perdición.
Segundo: Ser salvo es ser transferido a un estado de salvación.

El estado de perdición del que la salvación divina es capaz de rescatarnos se detalla en la palabra de Dios como se expone en Colosenses 1:13, Gálatas 3:13, Primera de Tesalonicenses 5:9, 2da. Corintios 7:10. 2da Tesalonicenses 1:9.

Por otra parte, la salvación divina proporciona un descargo y sobreseimiento de toda denuncia contra el creyente que peca, con el mérito perfecto de Cristo y con perdón y justificación en lugar de ira.
En un sentido más amplio, la doctrina de la salvación incluye toda provisión divina a favor del creyente, desde su liberación del estado de perdición hasta su final introducción en la gloria hecho ya conforme a la imagen de Cristo.
Siendo, pues, este designio divino de un alcance tan amplio, este tema de la salvación se divide en tres tiempos:

a) El cristiano fue salvo al momento que creyó.

Hechos 16:30-31, Primera Corintios 1:18; Segunda Corintios 2:15, Efesios 2:8, 2da. Timoteo 1:9
Este pretérito marca el hecho esencial e inmutable de la salvación. En el momento de crecer, el que es salvo queda completamente liberado de su estado de perdición, purificado, perdonado, justificado, nacido de Dios, revestido de los méritos de Cristo, libre de justo juicio de Dios de toda condenación, y a salvo para siempre.

b) El creyente está siendo salvo del dominio pecado.

Romanos 6:14; 8:2, 2da Corintios 3:18; Gálatas 2:20; 4:19, Filipenses 1:19. 2:12;
En este segundo tiempo de salvación, el creyente está siendo preservado y santificado por Dios.

c) El creyente todavía necesita ser salvado de la presencia del pecado cuando sea introducido en la gloria, ya sin tacha.

Romanos 13:11; 1ª Tesalonicenses 5:8; Hebreos 1:14; 9:28; 1ra de Pedro 1:3-5; 1ra de Juan 3:1-3
También podemos agregar otros versículos que, a su vez, presentan todos estos tres tiempos o aspectos de la salvación:
1ra Corintios 1:30; Filipenses 1:6, Efesios 5:25-27, 1ra Tesalonicenses 1:9-10
Con todo esto se puede afirmar que, en lo que toca a la salvación divina es de Jehová (Jonás 2:9 – Salmo 3:8).

La verdad de que la salvación es de Jehová es mantenida tanto por la revelación como por la razón.

• En cuanto a la REVELACIÓN, es testimonio constante de las escrituras que cada rasgo de la salvación del hombre, desde su comienzo hasta su final consumación en los cielos, es una obra de Dios a favor del hombre y no una obra del hombre en servicio de Dios.
• En cuanto a la RAZÓN, basta considerar que cada paso en esta magna empresa de salvación es de carácter sobrenatural y que el hombre no puede contribuir en absoluto a su realización, por lo que no tiene más remedio que arrojarse desarmado, por fe en brazos de otro que puede hacerlo.

Estas verdades pueden ser consideradas desde dos ángulos diferentes:

a) Ángulo legal: La salvación de un ser pecador está implicado en la necesidad de satisfacer las ineludibles y santísimas exigencias de la justicia y del gobierno divinos que son ultrajados por el pecado en cada una de sus múltiples formas. Nadie puede hacer expiación por su alma y así salvarse a sí mismo.

b) Igualmente y sobre la misma base de la muerte y resurrección de Cristo, es otorgada toda estipulación requerida para la Comunión eterna con Dios en los cielos.




La persona de El Salvador

No hay más que un Salvador, y El es el único cualificado bajo todos los aspectos para salvar.
Estas dos afirmaciones constituyen el fundamento de la Soteriología.
La Soteriología se convierte, a su vez, en la piedra angular de la Teología Sistemática.

I. Las siete posiciones de Cristo

El objetivo de esta parte preparatoria es un instinto de captar la grandeza infinita de aquel que ha tomado a su cargo el salvar a los perdidos.
El progreso espiritual del cristiano puede medirse por su crecimiento en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2da Pedro 3:18), Cristo mismo afirmó que la obra del espíritu en el corazón del creyente estaba dirigida a que “Él me glorificará” (Juan 16:14)

Estas siete posiciones son presentadas para que Cristo tenga en toda preeminencia.

A) El Cristo de antes de la Encarnación
Juan 1: 1-2, 14. El hijo de Dios no se atribuyó a sí mismo el término logos, sin embargo es el Espíritu Santo quien se lo aplica.
Por su sola significación, el epíteto logos comporta una revelación de largo alcance, no solo de su divinidad, sino también de su eterna y esencial relación a la primera persona de la trinidad.

Logos significa en el griego clásico tanto “Razón como Palabra”. Ahora bien, es imposible imaginar que Dios exista sin pensar, de donde se deduce que su pensamiento tiene que ser tan eterno como su deidad.

El término “pensamiento “es quizá la mejor versión del vocablo griego logos, ya que designa, de una parte la facultad de razonar o el pensamiento concebido en el interior de la mente, y por otra parte, el pensamiento expresado al exterior mediante el vehículo del lenguaje.

Las dos ideas pensamiento y palabra hablada están contenidas en el término LOGOS

El término logos describe a Jesucristo con tal exactitud y propiedad, por lo que esto nos obliga a inquirir ¿En qué sentido es Jesucristo la palabra o verbo?

Según Orígenes: “El Hijo puede ser la palabra porque anuncia las cosas ocultas de su Padre”.
“El es el intérprete de la voluntad de Dios”, es decir Jesús procediendo del seno del Padre, de aquel quien nadie ha visto jamás, nos lo ha revelado a nosotros.

Jesucristo nos ha dado a conocer a Dios y nos lo ha interpretado, pues, en sí mismo, Dios se hallaba infinitamente distante de los límites de nuestro conocimiento.
El evangelio según san Juan contiene tres verdades definitivas respecto al logos.
a) Por ser una misma esencia con Dios y por ser Dios, existe desde la eternidad (1:1-2)
b) Es hecho Hombre (1:14)
c) Es la manifestación perenne (continua, incesante) de la Primera Persona (1:18)

B) El Cristo Encarnado
El reúne en sí mismo una divinidad sin mengua y una perfecta humanidad, no hay ninguno otro ser comparable a Él.
Esta persona teándrica es tan Dios como el Padre y el Espíritu, pero ni el Padre ni el Espíritu se han unido hipostáticamente (unión de la naturaleza humana con lo divino) con una naturaleza humana. Igualmente, esta persona teándrica es en todos los aspectos la personificación de cada rasgo de un auténtico ser humano, pero ninguno otro ser humano ha estado jamás unido a la divinidad de una forma semejante.

C) Cristo en su muerte
La correcta valoración de El Salvador está ligada, en su alto grado, a su obra en la cruz.
Grandes ciertamente son los triunfos de Cristo mediante la cruz que se extienden hasta la transformación de todas las cosas en la tierra y en el cielo.

D) El Cristo resucitado
Por la encarnación se llevó a cabo la unción de las dos naturalezas en una sola persona teándrica y en esta unción su deidad quedó velada, y su humanidad, aunque sin mancha de pecado, pero la resurrección llevó a cabo la revelación de su divinidad y la glorificación de su humanidad mediante su resurrección, ha llegado a ser lo que siempre será y lo que nadie antes de Él había sido jamás: Un hombre glorificado en el cielo.
A causa de sus sufrimientos y de su muerte, Dios lo ha exaltado grandemente en la resurrección y le ha dado el nombre que está sobre todo nombre.

E) El Cristo ascendido y sentado en los cielos
Cristo está localmente presente en los cielos, sentado en el trono de su Padre y ejerciendo allí el ministerio de Salvador de los hombres perdidos, y de cabeza sobre todas las cosas para la iglesia.

F) El Cristo que vuelve
En los pasajes que describen la segunda venida de Cristo, se pone a prueba la capacidad del lenguaje humano para expresar una gloria sin límite (Isaías 63:1-6; Mateo 24:27-31; Hechos 15:16-18; 2da Tesalonicenses 1:7-10; Apocalipsis 19:11-16) y este aspecto de su gloriosa persona debe añadirse a la suma total e todo lo que es el Salvador.

G) El Cristo que reina para siempre
Por la autoridad del Padre, el Hijo, a quien toda potestad ha sido dada, es menester que reine sobre trono de David hasta que todos sus enemigos sean puestos por escabel (tarima pequeña que se pone delante de la silla para que se descansen los pies de quien está sentado).
Entonces Él, en virtud de la misma autoridad, reinará por los siglos de los siglos a fin de que Dios sea todo en todos (1ra. Corintios 15:24-28).


Lo que Cristo llevó a cabo en sus sufrimientos y muerte

Al predecir su muerte en la cruz (Juan 18:37) (Lucas 19:10) El tema general de lo que Cristo llevó a cabo en sus sufrimientos mortales y en su muerte se puede dividir en los seguimientos puntos:

1. Una sustitución por los pecadores:
Esta obra de Cristo no solo expresa que Cristo sufrió en nuestro favor y para nuestro bien sino también en nuestro lugar, y llevando sobre si aquella pena de nuestros pecados que, de lo contrario, nosotros mismos deberíamos haber soportado.

Textos que exponen la sustitución.
Lucas 22:19-20; Juan 6:51; Juan 15:13, Romanos 5:6-8; Gálatas 3:13

2. Cristo. El fin de la ley a favor de los salvos:
En virtud de la muerte de Cristo y a favor de los que creen, el sistema legal y meritorio de las obras ha llegado a su término. En su concepto más amplio, la ley existe en forma de dos realidades completamente diferentes:
a) La ley de Moisés que es la norma de conducta que Dios le prescribió a Israel en el Monte Sinaí, la cual ejerció su vigencia durante 1500 años.
b) La ley inherente o el derecho del Creador sobre la criatura.

La Ley de Moisés

Es la norma de conducta que Dios prescribió a Israel en el monte Sinaí (meritos humanos)

La Ley Inherente o natural es el derecho del Creador sobre la criatura y por consiguiente la responsabilidad de la criatura para con el creador.

Cristo es el fin de la ley para los que creen en una verdad teológica que se sustenta en la palabra de Dios inspirada por El Espíritu Santo.


Romanos 10:4
Israel buscaba la justicia de Dios por medio de la ley. Los gentiles hemos alcanzado la justicia por medio de Cristo Jesús.
Es de notar que Cristo en sus sufrimientos y muerte no solo pagó la pena impuesta por la ley sino que también logró una perfecta justicia a favor del creyente.

Pablo expone claramente la verdad de los dos sistemas por un lado la ley = obras = mérito y por otro lado la gracia que implica FE = Promesa (Romanos 11:6) (Gálatas 2:21) (Gálatas 3:18-29).

Hechos 15:10
El primer concilio de la Iglesia tenía el problema de la relación que debía tener el sistema mosaico con los que son salvos entre los gentiles. En el versículo 24 los mismos judíos-cristianos reconocen que la ley como sistema meritorio para perdón es un yugo de esclavitud.

Romanos 1:16-17 (leer versículos)

Romanos 3: 21-22
La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo

Romanos 1:18, 3:20
Muestra lo obsoleto de la ley en relación con la obra de Cristo

Romanos 4:5
La frase “no obra” no implica negligencia en la vida cotidiana del creyente, sino más bien a que si obra no es para mérito sino para obediencia a su Señor.

Gálatas 3:8; 4:19-31
Con sus sufrimientos y su muerte, Cristo resolvió con igual exactitud y eficacia el problema del pecado personal y el problema del pecado por naturaleza. “murió por nuestros pecados” (1ª de Corintios 15:3) y murió al pecado (Romanos 6:10).

Cristo murió al pecado, este tema queda grandemente explicado en la carta a los Romanos capítulo 6-7-8 y en la Primera Carta de Juan Capítulo 1. Se indica una distinción el pecado que es una falla personal o transgresión y el pecado que es como una naturaleza.

Primea de Juan 1:8 expone el pecado como naturaleza.
Primera de Juan 1:10 expone el pecado como acto

Por lo tanto el método divino de tratar el pecado natural del creyente es primero traerlo a juicio (Romanos 6:10)
Romanos 6:1 – 8:13 es la parte del evangelio donde se trata sobre el juicio del pecado natural.

En sus detalles principales, el desarrollo del argumento de estos pasajes es como sigue:
1) Cristo murió al pecado afín de que creyente no continúe en el pecado (6:12)
2) Todo el sistema meritorio de las obras humanas y al cumplimiento de la ley ha pasado ya para el cristiano (7:1-25)
3) Hay victoria triunfal en lo que toda voluntad de Dios es cumplida en (Cristo) pero nunca por (el hombre) (8:1-13)

Los oficios de Cristo

1. Profeta: El concepto Profeta sugiere que se trata de un canal o medio de comunicación a través del cual el mensaje de Dios es transmitido a los hombres.
La comisión encargada al Profeta de hablar de parte de Dios, y el requerimiento de oírla hecho al pueblo. (Deuteronomio 18:15, 18-19) el mensaje del verdadero Profeta debía ser recibido y escuchado por toda la casa de Israel, desde el Rey hasta el último súbdito del reino.
2. Sacerdote: En el bautismo de Jesucristo quedó atestiguado su oficio sacerdotal por aquella voz venida del cielo y una confirmación adicional en el descenso del Espíritu Santo en forma de paloma sobre Él y la proclamación de Juan el Bautista (Juan 1:29)
Respecto al sacerdocio de Cristo, este se relaciona con el tipo de Melquisedec en tres aspectos:
a) Su persona: Sea cual sea la identificación de Melquisedec, lo cierto es que él tipifica a un Rey-Sacerdote cuyo anti tipo solo puede encontrarse en Jesucristo. (Apocalipsis 5:10)
Queda como una verdad esencial que, en cualquier aspecto concebible, son reyes y sacerdotes en virtud de su unión con Cristo.
b) Por nombramiento: Es el Padre el que le ha dado el nombramiento de sacerdote (Hebreos 5:5-6, 10) (Hebreos 6:20)
c) Su duración eterna: Su sacerdocio según el orden de Melquisedec es eterno y sellado como tal por el juramento de Jehová. Tal es la aseveración de ambos testamentos. Salmos 119:4 ; Hebreros 7:20-28)
3. Rey: Se afirma que el mesías reinará sobre el trono de David para siempre.
Citaremos dos pasajes que registran el plan divino manifestado en su nacimiento tocante al trono de David.
Isaías 9:6-7; Lucas 1:31-33
La extensión de su reinado se observa materialmente en:
• Su nacimiento: Mateo 2:2
• Como heredero del trono de David. Juan 12:13
• Él reclamó su título de Rey: Mateo 27:11
• Murió al ser acusado de pretenderlo. Mateo 27:37
• Vendrá de nuevo como Rey. Apocalipsis 19:16


Los sufrimientos del Salvador

Si Dios hubiera podido salvar a un pecador de un solo pecado exonerándolo de la deuda, entonces podía haber contemporizado con el problema del universo, pero ni el problema de un solo pecado en una sola vida, no el problema del universo podía tener solución aparte del sacrificio de Cristo.

Esta necesidad ineludible se comprende al enfocar los sufrimientos del Cristo en dos aspectos:
a) Sus sufrimientos en vida
b) Sus sufrimientos en la muerte

a. Sufrimientos en Vida
La importancia teológica de lo que Cristo sufrió en vida durante su ministerio público se puede clasificar de acuerdo a las características de su persona de la siguiente manera:
1. Por su santo carácter
En este aspecto el Apóstol Pedro nos presenta un panorama relacionado entre Lot y Cristo (2da de Pedro 2:7-8)
¿Cuánto más sería la congoja del Hijo de Dios en medio de las tinieblas morales y de la corrupción de la humanidad caída?

2. Por su compasión
Jesucristo es, en todos los aspectos la manifestación del Padre (Juan 1:18). El Salmista lo declara en salmo 103:13. Todos sus milagros de curación y restauración estaban motivados por su compasión (Mateo 8:16-17) (Isaías 53: 1-4)

3. Por su presencia
La visión anticipada de la Cruz estaba constante ante los ojos de Cristo (Juan 12:27) sus predicciones referentes a su propia muerte tales como su muerte (mateo 16:21; 17: 12-23; Marcos 9:30-32) la inauguración de la cena del Señor, los sufrimientos en Getsemaní, pertenecen a sus sufrimientos por anticipación.

b. Sufrimientos en su muerte
Al entrar en el tema de los sufrimientos y muerte de Cristo, hay que considerar algunas verdades importantes.

1. Crucifixión y Cruz: Hay que distinguir entre la crucifixión (el mayor de los crímenes) y la Cruz contemplada como el signo de la gracia redentora de dios.
Es probable que la ceguera que Satanás impone a los inconversos (2da Corintios 4:3-4) solo vean un brutal asesinato, por lo que la Cruz se convierte en locura; la iluminación que los nacidos de nuevo reciben hace que se centren en el punto crucial: El sentido de la muerte de Cristo, los nacidos de nuevo pueden ver en la Cruz completo designio y el plan entero de la gracia redentora (Romanos 3: 25-26)

Puesto que los sufrimientos y la muerte de Cristo son el punto central de toda la verdad revelada, y este punto puede ser apreciado de manera tan diferente (como un crimen o como el momento más sublime de la historia moral de Dios).
Los sufrimientos y la muerte de Cristo exigen ser considerados con diligencia.

La crucifixión, del lado humano, estaba ya iniciada en el primer pecado de nuestra raza, mientras que la reconciliación se estaba consumando en la Cruz simultáneamente con el crimen que los verdugos de Cristo estaban perpetrando en Él.

La crucifixión es distinta a la Cruz por las siguientes pruebas descritas en el Nuevo Testamento:
a) La actitud mental de los diferentes tipos de gentes:
- Turba vulgar que decía: (Mateo 15: 29-30)
- Los gobernantes decían : (Mateo 15: 31-32)
- El malhechor decía: (Lucas 23:39)
- Los soldados decía: (Lucas 23:37)
- El supersticioso decía: (Marcos 15:36)
Cada uno de estos decía a Jesús: “Sálvate a ti mismo” todos ellos vieron la tragedia de la crucifixión y dijeron que la cruz marcaba el punto final de la vida de Jesús.
Pero había una excepción de alguien cuya posición difería de los demás “El malhechor” que abrió su boca para decir “sálvame”. Este “malhechor” que habló fue el único que vio todo un nuevo reino situado más allá de la muerte al decir (Lucas 23:42).

Este moribundo es realmente el creyente ideal; él y solo él tuvo la visión correcta de la cruz de la reconciliación; solo él divisó algo más que los tráficos horrores del acto de la crucifixión; él tuvo la visión correcta de la cruz: Que Cristo, a pesar del tratamiento que recibía de los hombres, estaba en verdad quitando el pecado del mundo, como preparación de un reino espiritual situado detrás del momento culminante de su muerte. El malhechor arrepentido solicitó la membrecía en tal reino, privilegio de gracia que le fue asegurado por Jesús (Lucas 23:43)


INTRODUCCION A LA DOCTRINA DEL PECADO



Introducción a la doctrina del pecado

Dos de las grandes doctrinas bíblicas (El pecado – redención) van siempre de la mano.

Fue nuestro pecado el que hizo surgir el plan de la redención en el corazón de Dios, y la redención es el único remedio contra el pecado.

El enfoque verdadero sobre la doctrina del pecado tiene propósito de descubrir todo lo que se nos ha revelado con respecto a la pecaminosidad, y luego reconocer que el Salvador que Dios ha provisto es suficiente para resolver todos los problemas que ha impuesto el pecado.

El método más efectivo que utiliza Satanás para atacar la obra salvadora de Cristo consiste en suavizar la voz que proclama el carácter maligno y el horrible efecto del pecado.

El pecado es precisamente lo que Dios dice que es; y en este caso, las opiniones y las filosofías humanas deben inclinarse ante el testimonio de la palabra de Dios, en la cual El declara cual es la verdadera naturaleza del pecado.

El problema que crea el pecado es más que un simple conflicto entre Dios y el mal en la conducta humana; ese problema envuelve los aspectos inmensurables e interminables del conflicto entre la santidad que es la sustancia del carácter de Dios y todo lo que se opone a ella, envuelve mucho más que la pérdida y el daño que sufre el que peca.

I. La naturaleza esencial del pecado

El carácter santo de Dios es la norma única y final mediante la cual pueden juzgarse exactamente los valores morales. Para el que no toma en cuenta a Dios no hay normas morales fuera de las costumbres sociales o de los dictados de una conciencia incierta y pervertida.

El pecado es malo porque es diferente de Dios.

Es verdad que la desobediencia a la ley de Dios es pecado, pero no se debe deducir de esa verdad que el pecado se restringe solamente a la desobediencia de la ley de Dios.

Similarmente, el egoísmo es pecado, pero el pecado no es siempre el egoísmo; el amor al dinero es la raíz de todos los males, pero todos los males no están representados en el amor al dinero.

Dios da testimonio de tres grandes demostraciones de excesiva perversidad del pecado.

a) La primera demostración es el primer pecado que sucedió en el cielo, el cual hizo que el más elevado de todos los ángeles cayera de su jerarquía. Con él se levantaron en rebeldía contra Dios un gran número de ángeles menores. Este ángel supremo que cayó llegó a ser Satanás el adversario, el dios de este mundo, el príncipe de la potestad del aire. Los ángeles menores se convirtieron en demonios sobre los cuales ejerce Satanás su influencia determinante.

b) El primer pecado del hombre es la segunda demostración de la excesiva perversidad del pecado. Este pecado hizo que la cabeza natural de la raza humana cayera y que toda su posteridad cayera con él directa o indirectamente, este pecado ha causado el inmensurable sufrimiento, las tristezas y la muerte de la raza y llegará a su plenitud con el desastre eterno de todas las que están perdidas.

c) En la muerte de Cristo en la Cruz.
El llevó el pecado del mundo. Allí se midió finalmente el pecado, y se les reveló a los hombres y a los ángeles su perversidad.

Así que podemos afirmar que Dios es la NORMA de la santidad y que su carácter (conjunto de cualidades propias de una persona que la distingue por su modo de ser u obrar) es el que determina la perversidad del pecado.

II. ¿De dónde se deriva el pecado?

Los términos mal y pecado son algo diferente.

El mal es aquello que, aunque está latente, no se expresa, y siempre se concibe como lo opuesto a lo bueno; es el acto que corrompe las relaciones entre los hombres, mientras que el pecado es aquello que concretamente y activamente se opone a Dios en su carácter santo.

Puesto que es difícil que la mente comprenda el mal como algo que pudo ser creado, el problema sobre de dónde se derivó el pecado no es fácil de resolver.

El origen del pecado, en lo que se refiere a la primera desobediencia real al ideal divino se registra en las escrituras y se le atribuye claramente la culpa al que pecó.

Por lo tanto el que es infinitamente (DIOS), no puede ser el creador del mal, sino aquel ángel que se le dio la facultad moral de poder cometerlo.

III: El permiso divino para el pecado

La presencia del pecado en el universo se debe a que Dios lo permite. Tiene que cumplir algún propósito justificable que no se puede lograr de otra manera; de otro modo, Dios no lo permitiría.
El propósito que Dios tiene al permitir el pecado no se nos ha revelado y, sin duda, la mente humana no podrá comprender todo lo que esto significa.

Cuando Satanás discutió con Jehová lo relativo a Job, el maligno reconoció el permiso soberano de Dios y mediante una restricción soberana, Job pasó de la mano de Dios a la mano de Satanás.

El mal que hay en el mundo es inmensurable, pero, sin que sea necesario mitigarlo en lo más mínimo (por Dios), le corresponde a la fe creer que, de alguna manera y en alguna parte, el mal cumple su parte necesaria en el cumplimiento del objetivo final de aquel que con absoluta certeza cumplirá aquellos fines que son perfectos.

En la consideración de este asunto del permiso divino pera el pecado en la tierra, hay dos hechos que permanecen y a ellos debe aferrarse sin vacilación la mente humana:

1. El pecado es siempre en todas partes sumamente perverso, y la condenación de Dios contra él no puede menguar, pues El no puede ser tolerante con el pecado.

2. Dios es en sí mismo santo y perfecto en todos sus caminos (1ª Juan 1:5) (Santiago 1:13)
Hay algunas razones que se han presentado para explicar el hecho de que Dios concede permiso para el pecado.

1. Dios reconoce la libertad de actuar de las criaturas (Libre albedrío)
Evidentemente, Dios tiene el propósito de conseguir una compañía de seres para su eterna gloria, que posean una virtud que es el resultado de una victoria de elección libre sobre el mal.
En realidad, Él habrá obrado en ellos (por medio del Espíritu Santo), tanto el querer como el hacer la buena voluntad divina.

Pero tan ciertamente como la elección del mal por parte del hombre es la base de la culpabilidad, así la elección del bien por parte de los que se salvan es la razón por la cual Dios recomienda y recompensa a las personas que han de estar delante de Él eternamente, las cuales se identificarán como las que resolvieron por elección propia andar con Él.

2. El valor de los seres redimidos
Las escrituras no nos presentan a Dios como aquel que busca evadir los problemas que surgen por causa de la presencia del pecado en el universo. Él pudo haber creado seres inocentes, no caídos; pero, como Él deseaba tener almas redimidas purificadas por sangre expiatoria y rescatada mediante un Cristo infinito, la expresión de tal amor y el ejercicio de tal sacrificio solo son posibles si el pecado existe en el mundo.

3. La adquisición del conocimiento divino
El hombre tiene que comprender la perversidad del pecado si ha de lograr algún grado del conocimiento que Dios posee. Pero no puede lograr tal conocimiento a menos que exista el pecado como una realidad viviente que manifiesta siempre su carácter perverso.
Concluimos, por tanto, que si el hombre ha de lograr el conocimiento del bien y el mal, tiene que existir el mal en el mundo con todas sus consecuencias trágicas y también la perspectiva del juicio divino contra el pecado.

4. El odio divino contra el mal
Evidentemente es de una gran importancia para Dios el demostrar su odio contra el mal. El Apóstol Pablo declara (Romanos 9:22) pero no se pudiera manifestar ningún juicio, ninguna ira, ningún poder en relación con el pecado, sino se permite la presencia activa del pecado en el mundo.

5. El justo juicio contra todo mal
Más profundo aún que los simples detalles de la expresión del pecado es el hecho delprincipio constitutivo del mal.

Si tal principio ha de ser juzgado por Dios, su carácter tiene que ser abiertamente manifiesto. Tal demostración no sería posible, si el pecado fuera solamente un asunto hipotético.
Tenía que llegar a concretarse y manifestarse que es completamente diferente de Dios.Lo que ha de significar el juicio contra toda forma de mal y su completa deposición para la tranquilidad absoluta en las edades futuras solo se nos revela parcialmente en la palabra de Dios. Esa realidad que fue prevista en la mente divina y que ha causado tanta ruina en su manifestación en el tiempo, será proscrita de la presencia de Dios y de su creación para siempre, por medio de justo juicio.

6.  La manifestación y el ejercicio de la gracia divina
Finalmente algo que es de suprema importancia:
En Dios hay algo que los seres creados no habían visto jamás. Las huestes angélicas habían visto su sabiduría, su poder su gloria; pero nunca habían visto su gracia. No tenían ninguna concepción de la bondad de Dios para con los que no la merecen.
Mediante un acto maravilloso de misericordia, Él dio a su hijo en sacrificio por los pecadores, así abrió el camino para el ejercicio de su gracia a favor de aquellos que, por causa del pecado, solo merecían la ira de Dios.
Pero no hubiera podido haber ejercicio de gracia divina hacia el perverso e inmerecedor hasta que hubiera perversidad y seres inmerecedores en el mundo.
Así, aunque es imposible que la criatura entienda porqué el Dios santo permite el pecado, sea en el cielo o en la tierra, es evidente que la realización de los grandes propósitos divinos necesita que se conceda este permiso.


El Pecado Personal

Con el término pecado personal nos referimos al pecado que se originó o que cometió una persona.
Esta designación incluye tanto el pecado de los ángeles como el de los seres humanos.

En esta parte de la doctrina, se considera el aspecto del pecado que por causa de la experiencia y de la conciencia humana, a los hombres les parece que es la única base en que Dios se afirma para condenar a la humanidad.

A menudo se afirma que si se perdona el pecado personal, ya no hay necesidad de nada más; pero es más importante lo relativo a la raíz que lo relativo al fruto.

La importancia de este aspecto personal del pecado solo se reconoce cuando se entiende que el primer pecado, del cual se han derivado todos los demás, fue un pecado personal.

Los hombres tienen que ser salvos de sus pecados personales, y según sus obras, los hombres serán juzgados y condenados para siempre.

El pecado personal se puede clasificar según sus aspectos generales así:

1.                   En cuanto se refiere a los requerimientos divinos por:
Comisión y Omisión

2.                  Con respecto a su objetivo, el pecado personal se comete contra Dios, el prójimo y contra uno mismo.

3.                  En lo relativo a la esfera de acción:
Internos (alma), externos (cuerpo – carne)

4.                  Con relación a la culpabilidad, la culpa puede tenerla:
Una persona y otras personas

5.                  En lo que se refiere a la intención: Voluntario – Involuntario.

6.                  En lo relativo al sujeto que lo comete: Salvo – No salvo

7.                  En lo que respecta al castigo divino estos pueden ser:
Juzgados en el mundo, juzgados en el mundo venidero

8.                  En lo relativo al perdón divino puede ser:
Perdonado e imperdonable

9.                  En lo referente a la causa:
 Ignorancia
 Imprudencia
 Negligencia
 Malicia

Los pecados personales se pueden clasificar de una manera más o menos exacta, según los términos que encontramos tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento:

1.                  Transgresión: Que es caminar por un lado del camino, o salirme de los límites que Dios ha establecido

2.                  Iniquidad: Este término se refiere a lo que es completamente injusto

3.                  Error: Consiste en descarriarme

4.                  Pecado: Que es una ofensa directa a Dios

5.                  Maldad: Manifestación de la naturaleza mala y perversa

6.                  Mal: Se refiere a lo que es incorrecto y que se opone a Dios

7.                  Impiedad: Falta de temor a Dios

8.                  Desobediencia: Falta de voluntad para someterse a la dirección y a la guía de Dios

9.                  Incredulidad: Falta de confianza en Dios

10.              Infracción: Menosprecio persistente a la ley divina

Puesto que el individuo es participante de la naturaleza del pecado por nacimiento, no se le puede inculpar de pecado por causa de su naturaleza, aunque existe la condenación, por causa de la inherente falta de conformidad de la naturaleza con Dios.

Por otra parte, tanto la culpa como la sentencia condenatoria se atribuyen al individuo por el hecho del pecado personal.

El remedio divino para el pecado personal consta de dos partes: El Perdón y la justificación.
Al enfocar la doctrina del perdón del pecado personal, podemos señalar tres ideas erróneas que son comunes:

a) La restricción a la doctrina del perdón enfocándose solo en el pecado personal

b) Otros afirman que el perdón del pecado personal es equivalente a la salvación personal. Para ellos el cristiano no es más que un pecador perdonado. (La salvación se constituye de muchas realizaciones divinas).

c) El no hacer distinción entre el perdón que se le concede a los que no han sido salvos y el que se le concede a los que ya son salvos

Como acto de Dios, el perdón es común tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, por lo que respecta a la relación de los idiomas originales de la Biblia con el castellano; el pensamiento que se expresa por medio de la palabra perdón es: Aquel acto de Dios mediante el cual EL remite la deuda o sea quita el pecado y su sentencia condenatoria sobre el pecador y coloca los justos juicios sobre otro. (Jesucristo; Hebreos 9:22).

El perdón divino no se concede nunca al ofensor como un acto de levidad (blandura en exigir el cumplimiento de los deberes o en castigar las faltas), ni tampoco es el retiro del castigo.

El perdón divino solo se concede cuando queda satisfecha hasta la última demanda de castigo contra el ofensor.

En el Antiguo Testamento los sacrificios precedían el perdón divino para el ofensor (Levítico 4:20-26-31-35), en el Nuevo Testamento, el perdón divino se basa en el sacrificio de Cristo. (Efesios 1:7). Así, Cristo llevó sobre si todos los pecados que ya habían sido perdonados.

Recuérdese, sin embargo, que el perdón divino, puesto que se basa en la perfecta satisfacción que provee la muerte de Cristo, puede ser y es tan completo en su carácter como lo es la obra del sustituto sobre el cual se basa. Así, según Colosenses 2:13, se ve que el perdón divino alcanza para “todos los pecados” de aquel que ha sido salvo.

Por el lado de Dios, siempre está firme la libertad de perdonar pecados por medio de la sangre de Cristo, los requisitos del lado humano varían según las circunstancias de las diversas épocas.

a) Período entre Abel y Cristo – El perdón por el lado humano dependía de la presentación de algún sacrificio específico.

b) Período de la Gracia de Dios – (Efesios 4:32)
 Para el no salvo, el perdón depende de la fe que ponga en Cristo
 Para los que ya son salvos, el perdón depende de la confesión del pecado.

c) En la era venidera, el perdón en lo que respecta a la parte humana, dependerá de la voluntad del ofendido para perdonar a los que han pecado contra él (Mateo 6:14-15).

Se puede concluir, entonces, que el perdón divino del pecado, en cualquier edad y bajo cualesquiera circunstancias, aunque varía en sus requerimientos por la parte humana, se basa siempre en el sacrificio de Cristo, y consiste en la remoción del pecado en el sentido de que ya no se inculpa de él al pecador, sino que se le carga a su Sustituto (Romanos 11:27).

El perdón divino, que se repite a menudo en la experiencia del cristiano, es la sustracción de todo lo pecaminoso.

Justificación: Las palabras justo y justificar aparecen a menudo en la Biblia, y se relacionan cuidadosamente en forma directa e indirecta, con la justicia.

Mediante las buenas obras, el hombre puede justificarse delante de su prójimo (Santiago 2:14-26), sin embargo la justificación del hombre delante de Dios es de mucho más importancia. Y esta justificación se basa en la justicia que Dios adjudica. Ver:

·                     Génesis 15:6, Romanos 4:14: Abraham logró que se le adjudicara justicia

·                     Romanos 4:6 – Salmo 32:1-2: David llama bienaventurado aquel a quien Dios le atribuye justicia sin obras.

La atribución de justicia se logra mediante la unción vital con Cristo, mientras que la justificación es un decreto judicial de Dios.

Hay un orden lógico que nos conduce a la justificación consumada mediante decreto divino.Los pasos son:

1.                  Cuando el individuo cree, entra real y completamente a disfrutar de los valores que logró para él la muerte de Cristo. (Romanos 4:25).

Se deben distinguir tres causas de la justificación divina:
·                     La causa primaria es la Soberanía de Dios
·                     La causa meritoria es la Muerte Sustitutiva de Cristo (Romanos 5:9-2da Corintios 5:21)
·                     La causa instrumental es la Fe

2. Que el creyente en Cristo está unido a Cristo mediante el doble ministerio del Espíritu

·                     Mediante la regeneración, por la cual le es impartida al cristiano la naturaleza divina, que es el mismo Cristo que mora en él.
·                     Mediante el bautismo del Espíritu, por medio del cual el creyente cristiano se coloca en Cristo.

La epístola a los romanos distingue cuatro clases de justicia:

a.                  La justicia que es el carácter propio de Dios (Romanos 3:25; 9:14)
b.                 La justicia que es de carácter humano (Romanos 10:3)
c.                  La justicia que obra internamente, el Espíritu Santo (8:4)
d.                 La justicia que se adjudica (Romanos 1:17 en adelante)

Esta última es lo que Cristo es y la que llega a ser del cristiano mediante la adjudicación divina.

2.     El reconocimiento oficial de esa justicia, el Hijo de Dios es justificado en virtud del hecho de que Dios lo ha declarado justo.

Este reconocimiento está fundamentado en la obra de Cristo ya que Él es Ofrenda Sustitutiva por el mundo perdido, por lo tanto el Padre puede perdonar los pecados personales de todos los que acuden a EL por medio de Cristo. (Hebreros 9:14 – 10:6-7).

Concluimos, pues, que la justificación divina no es solamente la remoción de los pecados personales mediante el perdón, sino más bien, un decreto divino que declara al creyente cristiano cubierto eternamente con la Justicia de Dios.

I. El origen del pecado

Hay diferentes clasificaciones hechas por los teólogos sobre el origen del pecado basándose en teorías antiguas:

a) Teoría de la necesidad: Afirma que el pecado es algo sobre lo cual Dios no tiene autoridad.

b) Filosofía maniquea del dualismo: Fue propuesta por MANES (215 D.C.) Esta sostiene que hay dos deidades, una buena y una mala.

c) Teoría que sostiene que Dios es el autor del pecado: Esta es una idea exagerada al interpretar de una forma errónea la doctrina de los decretos divinos.

d) Teoría del abuso moral:
Contra todas estas teorías está la verdad bíblica según la cual los hombres son responsables de su mala conducta. Por tanto, es claro que tanto en las esferas angélicas como en las humanas, el pecado surge del abuso de la libertad moral.

Hay un estudio más amplio de la doctrina del pecado en donde se reconoce que este tuvo tres comienzos diferentes:

a. En la eterna previsión de Dios: Dios previó que el pecado había de manifestarse como una realidad que constituye el comienzo del pecado.

La previsión del pecado y la realización del pecado son dos asuntos completamente diferentes, la biblia enseña que el pecado es de carácter transitorio y señala su comienzo, su desarrollo y su fin (el pecado no es eterno).

Se puede concluir, por tanto, que el mal no tuvo existencia real antes de cometerse el primer pecado por parte de las criaturas que Dios había creado, las cuales según el designio divino, tenían la capacidad de pecar por medio de la oposición a la voluntad divina.

b. El primer acto de pecado, lo cometió un Ángel: La mayoría de los escritores de Teología Sistemática se quedan cortos con trazar el origen del pecado a partir de la caída del hombre en el edén. Es cierto que el pecado humano comenzó allí; pero Adán solo volvió a cometer el pecado que ya había cometido en el cielo el ángel principal, por lo que el carácter esencial del pecado debe determinarse en gran medida, tomando en cuenta el pecado de este ángel y no solo mediante la reproducción que de ese pecado hizo el primer hombre.

c. La primera persona que pecó: Es cierto que el pecado es perverso, por el hecho de que es desemejante de Dios, y que solo se demuestra que es perverso cuando se compara con el carácter santo de Dios.

Es igualmente cierto que el pecado exige que haya juicio, por cuanto está en rebeldíacontra Dios y contra la ley.

El pecado no solo afecta al que peca de una manera inmensurable sino que se caracteriza aún más por la ofensa que le hace a Dios, por cuanto desprecia los derechos del creador, quebranta su santa ley y echa a perder su creación.

Los profundos efectos del primer pecado humano se descubren a medida que se estudia su desarrollo a través de dos canales completamente diferentes:
a.                  La naturaleza de pecado
b.                 El pecado que se imputa

La naturaleza pecaminosa

Adán llegó a ser pecador por el mismo hecho de cometer pecado, todos los demás miembros de la raza somos pecadores por cuanto nacimos pecadores. En el caso de Adán, el pecado personal fue la causa de su naturaleza de pecado, en el caso de los demás seres humanos la naturaleza de pecado es la causa del pecado personal, queda claro que Dios tenía previsto que cuando la raíz es mala, el fruto es malo. La razón divina tiene el propósito de enjuiciar a la raíz que es mala.

Puesto que el pecado de Adán mereció la sentencia de muerte, tenemos que concentrar nuestra atención en dicha sentencia en sus tres formas: Muerte espiritual, muerte física, muerte segunda.

a) La muerte espiritual: Esta tiene lugar con la naturaleza de pecado que se transmite.Esta naturaleza se manifiesta de dos formas: 

1. Inclinación al mal 

2. La depravación.

La verdad en la cual en relación a la muerte espiritual es aquella que nos indica que la muerte espiritual no es la cesación de ninguna forma de vida. 

Es más bien, la separaciónentre Dios y la vida en toda su plenitud. El estado de muerte espiritual está bien descrito en Efesios 2:1-3 y 4: 18-19

La muerte espiritual y la naturaleza de pecado son, pues, semejantes en el sentido de que cada una manifiesta una vida de separación del conocimiento de Dios, de su vida, de su poder y de los beneficios de su gracia.

La muerte espiritual es un estado.

La naturaleza de pecado es el intento que hace el hombre caído de vivir en ese estado.

Tanto la muerte espiritual como la naturaleza de pecado se transmiten directamente de padres a hijos de generación en generación.

El hombre está perdido por naturaleza, nació con alma perdida, y no tiene ninguna esperanza fuera de la sangre redentora de Cristo.

El creyente ganador de almas no puede presentar un mensaje más equivocado al inconverso que aquel que consiste en decirle que él está perdido por causa de su pecado personal, ya que este bien puede decir que él es bueno y que si peca lo hace en un porcentaje mínimo por lo cual no está tan perdido, por lo tanto es mejor exponer la maldad de la raíz antes que los frutos.

Dios ofrece un doble remedio para el pecado por naturaleza:

a.                  El hecho de que Cristo sufrió por los creyentes en Él, el juicio que a ellos correspondía por el pecado.

b.                 El Don del Espíritu Santo, que mora en el creyente y puede darle la victoria sobre toda mala disposición.

Dios ya ha realizado el juicio contra la naturaleza de pecado en los creyentes de modo que Romanos 8:1 es una realidad en aquel que cree.

La imputación del pecado

Como preparación para la exégesis correcta de Romanos 5:12 conviene observar que el primer pecado de Adán es el tema fundamental que se está estudiando.

Como ya hemos estudiado antes, el primer pecado de Adán es la fuente causal de la cual proceden dos clases de influencias completamente diferentes, ya estudiamos la primera la cual es la naturaleza de pecado que está estrechamente ligada a la muerte espiritual y se relaciona con la corrupción.

La segunda influencia es la imputación del pecado al pecador, que constituye la única razón que la palabra de Dios presenta como base para la imposición de la muerte física y se relaciona con la culpa.

El remedio divino para el pecado que se imputa

Además de la revelación de que la culpa les corresponde a todos, está la verdad de que el castigo que se ha impuesto directamente sobre cada uno de los miembros de la raza humana por la imputación del pecado es la muerte física.

La respuesta bíblica al asunto de que porqué cada persona está sujeta a la muerte física es que cada persona participa del pecado que afectó al mismo Adán y que le causó la muerte física.

La muerte física no se adquiere por herencia, ni tampoco es una infección que pasa de padres a los hijos. Es el castigo por aquella acción impersonal, inconsciente, pero conjunta de cada individuo con Adán en su desobediencia.

El principal pasaje que trata sobre la muerte física es Romanos 5:12-21 en donde el versículo 12 es la declaración primaria, mientras que todos los demás (13-21) es la explicación de dicha declaración primaria.

Para una correcta interpretación de estos versículos es importante resaltar la colocación en la que se encuentra el mismo.

Esta precedido de una porción que contiene un mensaje de justificación y fe Romanos (3:21 – 5:11) y le sigue otra porción que contiene un mensaje de santificación y fe (Romanos 6:1 – 8:13) por lo que la Proción de Romanos 5:12-21 es la consumación de lo que precede y la preparación para lo que sigue.


En este pasaje se nos presenta el cuadro oscuro del pecado y su castigo en contraste con las glorias maravillosas de la justifica y de la vida.