sábado, 15 de noviembre de 2014

DOCTRINA DEL HOMBRE (ANTROPOLOGIA)

Antropología: El estudio del Hombre.

Se estudia desde dos ángulos:
a. Filosofía Humana: Este ángulo no tiene ninguna relación con la Biblia y evita toda clase de relación con la revelación bíblica.

 b. La Biblia: Se confina a la Palabra de Dios y aquellas experiencias humanas que la corroboran y que pueden servir como testimonio confirmatorio de la verdad revelada en las sagradas escrituras.

La Filosofía Humana: Es la concepción de los hombres y refleja la filosofía humana de la vida. Esta se ofrece como disciplina secular en las escuelas y universidades.

La Bíblica: Es la revelación de Dios en el sentido de que las escrituras se originan en EL y que presentan el informe que el hombre vanidoso se muestra escéptico a aceptar.

Hay una distinción vital entre estas dos disciplinas antropológicas que difieren tan ampliamente. Esta diferencia está en la parte inmaterial del hombre.

La Antropología no Bíblica solo trata los aspectos emotivos e intelectuales de la vida humana, es decir en lo que es psicológico. La Antropología Bíblica penetra más profundamente en los reinos de lo moral, lo espiritual y lo eterno.

Así, podemos llegar a definir cada una de ellas:

Antropología: Rama de la historia natural que trata sobre la especie humana en dos aspectos:

 a. Lo que es el hombre (evolución natural)

 b. Lo que hace el hombre (historia cultural) Antropología Bíblica: Rama de la ciencia teológica que trata sobre el hombre tanto en su condición original como en su estado caído.

Abarca su creación, su condición, su prueba y su apostasía; su pecado original y sus actuales transgresiones.

El estudio del hombre tiene que incorporar algunos aspectos importantes de la verdad relacionada con lo que fue el hombre, con lo que es ahora y con lo que pudiera ser.

El Origen del Hombre

La respuesta al problema del origen del hombre es de una importancia inmensurable, puesto que de esa respuesta depende toda la estructura de la antropología.

Por necesidad, la naturaleza del hombre, su responsabilidad y su destino están determinados por el hecho de su ser esencial tal como fue creado.

Dos sistemas de pensamiento ofrecen la respuesta para la cuestión del origen del hombre.

 a. La teoría de la evolución que es una especulación, una conjetura, es la mejor solución que la mente finita puede ofrecer, la mente no regenerada, la mente no iluminada espiritualmente.

 b. La revelación abarca una serie de armoniosas y razonables verdades, si se reconoce al creador, su persona, su poder y su designio.

La Teoría de la Evolución

Entender que el hombre es el resultado de un proceso evolutivo accidental, que emergió de un supuesto germen primordial y basar ese entendimiento en la pura imaginación fantástica, es algo rayado con la desesperación mental y con la bancarrota de las ideas.

La evolución, considerada abstractamente, se nos presenta en dos formas diferentes, por una parte puede ser Naturalista: Que es la que sostiene que mediante la selección natural y la supervivencia del más apto, las diversas formas de seres animados llegaron a ser lo que son como resultado de una situación fortuita.

Por otra parte, puede ser Teísta: Este sistema quiere darle algún reconocimiento a Dios, al reconocerlo como causa original, pero se adhiere a un supuesto proceso evolutivo por medio del cual Dios desarrolló al hombre de la célula original que había creado.

En este caso, la evolución es el método de Dios. Esta teoría evolutiva no solo es indemostrable e irrazonable, sino que deshonra a Dios (La Biblia desarrolla el método).

Además del insulto contra Dios y contra el hombre y además de ser imperdonable e indefendible fracaso en presentar pruebas científicas para sus osadas afirmaciones, hay un efecto moral que causa la impía hipótesis de la evolución.

Esto no significa que la evolución como sistema enseña la inmoralidad, pero si quiero afirmar que esta filosofía pagana, puesto que desecha a Dios que es la única fuente de los ideales morales, no puede engendrar ningún impulso moral.

Así como es cierto que Dios creó al hombre, así también es cierto que en este (en el hombre) hay una inherente responsabilidad moral de ser como Dios en conducta, así como lo es por creación. Dios le ha dado un mandamiento razonable a las criaturas humanas (1ª Pedro 1:16 – Mateo 5:48)

El bienestar de las criaturas humanas no solo fue plasmado por Dios, sino que debe cumplirse para la gloria de Él. Toda conducta moral se basa en ese hecho, no hay otra base sobre la cual pudiera descansar.

Las acciones del hombre son buenas cuando se conforman con el carácter. No existe otra base para la distinción entre el bien y el mal.

Por otra parte, si el hombre fuera producto de las fuerzas naturales, entonces no tendría más responsabilidad moral que las que demanda las fuerzas naturales. Si se elimina a Dios y su palabra, así como los elimina la teoría (hipótesis) de la evolución, entonces los hombres puedan buscar sus ideales en las semejanzas, entonces la verdad no tiene fundamento, la santidad de los Ángeles es una ficción, la corrupción del diablo es una difamación.

En realidad, La Biblia tendría que estar muy lejos, en su pobre comienzo, con sus concepciones sobre la conducta humana, que son tan altas como el cielo, para que el relato bíblico de la Creación sea sustituido por las infundadas afirmaciones de la teoría evolucionista además del gobierno natural de Dios, que El ejerce sobre la Creación material y sobre todos los seres vivos, que son parte de su Creación ordenada, Él también ejerce una disciplina moral que aplica a los seres racionales tanto angélicos como humanos.

La Revelación

El hombre fue creado a la imagen y “semejanza de Dios”. Y Dios es el único que puede realizar tan estupenda tarea. Dios en su palabra, no nos impone nociones absurdas para que los hombres las creamos. Él nos dice que hay una causa suficiente y racional de todas las cosas.

Eso es lo que quiere indicarnos cuando nos dice que Él es el creador. Un maravilloso cuerpo de armoniosa verdad se halla comprimido en los dos primeros capítulos de La Biblia. Es un acta de Dios que declara la relación existente entre el Creador y la criatura humana. El hecho de que hay dos relaciones de la Creación del hombre (una en cada capítulo de Génesis) ha causado mucha discusión.

Pero esta repetición indica un gran hincapié teniendo en cuenta la incredulidad humana. Debe notarse sin embargo, ciertas variaciones en los relatos, pero los dos son necesarios y complementan el informe.

El primero es general, el segundo introduce detalles que, si hubieran formado parte del primero, hubieran echado a perder su majestuoso ritmo y su simetría. Según el primer relato, el hombre y la mujer son igualmente Creación de Dios (Génesis 1:26-27); pero en el segundo relato se nos dice que el hombre fue el primero que llegó a existir y que fue formado del polvo de la tierra, en tanto que la mujer fue tomada del hombre mediante un arreglo especial de Dios que resultó en un ser de la misma plenitud (Génesis 2: 7; 21-25).

Según la primera narración, la Creación del hombre está estrictamente relacionada con la de los demás seres vivos, los cuales son de tres clases:

 a. Animales de la tierra (aves, ganado, ballenas)

 b. Animales que se arrastran

 c. Animales de las aguas En el primer relato se dice tres veces en un solo versículo que el hombre fue creado por Dios (Génesis 1:27) Antes de esta aseveración ya había una declaración solemne y formal de que Dios tenía el propósito de crear al hombre (Génesis 1:26).

El lenguaje que se empleó en la palabra de Dios no podía ser más insistente de lo que en realidad fue, al afirmar tres veces que el hombre fue hecho a la imagen de Dios (Génesis 1:26-27)

La primera crónica de la Creación del hombre registra con sencillez el más difícil de todos los temas, es decir, el de que el hombre participa de la existencia animal, y sin embargo, en un sentido especial, fue hecho a imagen y semejanza de Dios (Elohim)

Nota: Definición de Animal: Ser orgánico que vive, siente y se mueve por propio impulso.

En el segundo relato, que se caracteriza por los detalles que se le agregan, declara que el hombre y la mujer son semejantes en el aspecto físico, por haber sido hechos, el hombre directamente y la mujer indirectamente, del polvo de la tierra.

Aquí entra la química en lo que tiene que ver con el cuerpo humano “Es bien sabido que el cuerpo animal se compone de: Carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, cal, hierro, azufre y fosforo, sustancias que también se encuentran en la tierra sólida”. Es probable, también, que este origen terreno del cuerpo del hombre explique el hecho de que se le dio el nombre de ADÁN el cual parece ser una derivación de Adhamah, palabra que significa Tierra.

Otro aspecto más distintivo del ser del hombre es la verdad de que Dios sopló en su nariz el aliento de las vidas (en el original es plural) esto significa que Dios sopla en la nariz del hombre la plenitud de su personalidad (la de Dios), para que en una forma correspondiente a la personalidad de Dios, el hombre pueda llegar a ser alma viviente. Según ésta y todas las demás partes de La Biblia, Adán fue una persona real, como cualquiera que haya vivido sobre la tierra. No fue un hombre inferior de ninguna manera. La única “Teoría Operante” sobre el origen del hombre es la que Dios mismo nos da. Y el evento de la Creación no necesita restringirse con respecto al tiempo.

Sea cual fuere el número de años que lleva el hombre sobre la tierra, (miles de millones ó 6000 años) lo cierto es que Dios lo creó en forma inmediata y directa.Esta es la premisa de las Escrituras y el que se aparta de ese testimonio renuncia a Dios como Creador.

La Parte Material La biforme naturaleza del hombre (material – inmaterial) está determinada por el mismo modo en que fue creado (Génesis 2:7) así que la parte material del hombre fue formada en toda su integridad, del polvo de la tierra.

Solo le faltaba algo que Dios le daría, que era la vida. Ese soplo de Dios era el Alma Racional y el Espíritu; con lo cual el hombre llegó a ser tan completamente diferente de las otras formas de vida, que hay en el mundo, como Dios es distinto de la Creación.

Este aliento era una vida sin fin; una vida que no estaba sujeta a la muerte, aunque como castigo por el pecado, el hombre tiene que morir. Ese es el carácter, y esa la duración de la vida que Dios insufló en el hombre.

El pecado corta la vida material del hombre, pero ésta es renovada por Dios en la regeneración, que se otorga gratuitamente a todo el que cree en Cristo Jesús con respecto a la salvación de su alma (Romanos 6:23) *

La palabra de Dios registra tres clases de soplos de vida

1. El soplo de vida por medio del cual el hombre llegó a ser Alma Viviente

2. El soplo del Espíritu Santo, que el Cristo resucitado les dio a sus discípulos (Juan 20:22)

3. El soplo de la palabra de Dios, que es la inspiración de La Biblia (2da Timoteo 3:16)

El cuerpo del hombre y el cuerpo del animal irracional exhiben el pensamiento y el designio del creador. Pero el cuerpo del hombre, puesto que es más delicado y refinado es una manifestación imponente e impresiva del propósito de Dios.

Carácter Estructural del Cuerpo Humano Con su incomparable y sublime sencillez, la palabra de Dios declara que el cuerpo del hombre fue formado del polvo de la tierra, lo cual ha sido comprobado químicamente.

Así que se puede decir que el testimonio de la ciencia reitera la revelación bíblica, según la cual “El hombre es de la tierra”, terrenal (1ª Corintios 15:47-49); y el espíritu del hombre, como un tesoro está en vasos de barro (2da Corintios 4:7) Mediante una función maravillosa, el cuerpo humano está constantemente tomando y desechando los elementos que le son propios.

Tan adaptado está el cuerpo a los propósitos y funciones del hombre inmaterial que él mismo no es consciente en ninguna forma de la separación entre alma y cuerpo (2da corintios 12:2) Aunque la parte material y la parte inmaterial del hombre se colocan a menudo la una contra la otra, y se hace referencia como partes componentes del ser del hombre, sin embargo, el hombre es una unidad y lo único que puede separar lo material de lo inmaterial es la muerte.

Las escrituras enseñan con claridad que el hombre, aunque es una unidad, se compone de dos partes separables. Aunque la parte inmaterial reside en el cuerpo, lo único que el hombre experimenta es el sentido de la unidad. En la muerte, estos dos elementos se separan por un tiempo, para volverse a reunir en el tiempo y del modo que Dios ha determinado. Santiago afirma que el cuerpo sin espíritu está muerto lo que indica también que estos dos aspectos (cuerpo – espíritu) son separables.

El Apóstol Pablo declara “entre tanto que estamos en el cuerpo (alma) estamos ausentes del Señor ……” pero confiamos y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo y presentes al Señor (2da corintios 5:6-8) y el Apóstol compara también el cuerpo con el “Hombre Exterior” y el alma y al espíritu con el “Interior”(2da Corintios 4:16) El testimonio personal de Pedro (2da Pedro 1:13-15), también el testimonio del Señor Jesucristo (Mateo 10:28).

Estas y otras escrituras constituyen la prueba de que el hombre es un ego (yo) unificado entre tanto esté en el cuerpo.

El cuerpo humano sufrió por causa de la caída, nadie puede estimar cabalmente hasta qué punto se echó a perder, llegó a ser un cuerpo moribundo y condenado a muerte.

El primer hombre que fue creado no estaba sujeto a la muerte, sin embargo, por causa del pecado, el hombre llegó a ser una criatura mortal, Dios impuso la sentencia de muerte sobre el primer hombre y, a través de él, sobre toda la raza (Romanos 5:12) como castigo por el pecado.

El Porvenir del Cuerpo Humano La palabra de dios declara que tanto lo salvos como los impíos se levantarán de entre los muertos. Las palabras del señor Jesús lo confirman (juan 5:26-29)

La revelación en Daniel 12:2-3 es restringida, solo se refiere a Israel.

La restricción se nota en las palabras “muchos de los que” expresión que indica que no son todos los que duermen en el polvo de la tierra. Indudablemente los que no han de resucitar en ese tiempo son los no regenerados de cuya resurrección específica en Apocalipsis 20:12 Se puede tener una descripción completa del carácter de la resurrección del cuerpo en Cristo en la declaración que hace el Apóstol Pablo en Filipenses 3:10-21 No existe ninguna base para dudar de que la personalidad del individuo en su unidad orgánica: cuerpo - alma - espíritu, no solamente es redimida teniendo en cuenta la eternidad; sino que el cuerpo ha de ser también resucitado, y ha de participar de su redención especifica junto con el alma y el espíritu del hombre (1ª Corintios 15:42-44) en consecuencia, en La Biblia se presenta a la muerte como algo anormal, un castigo sobre el hombre por causa del pecado.

Cuando Adán fue creado estaba libre de muerte.

Existen tres formas de muerte: La física, la espiritual y la muerte segunda.

La muerte física es universal para toda la posteridad de Adán, y fue también inmediata porque Adán era el representante de dicha posteridad.

En el aspecto espiritual, Adán murió en el momento cuando cometió la transgresión, y mediante un cambio degradante llegó a convertirse en un ser completamente diferente al que Dios había creado. Llegó a poseer una naturaleza humana caída, lo cual en si es la muerte espiritual, y el la transmitió en forma MEDIATA a su posteridad, según las leyes de la generación.

Puesto que Adán, que ya era un ser caído, solo podía reproducirse según su especie, la raza está tan caída como su cabeza.

La muerte segunda es el resultado inevitable de la merte espiritual.

Diversos usos de la palabra cuerpo

Cuerpo de pecado: (Romanos 6:6) es el poder del pecado para manifestarse y se refiere al viejo hombre

Cuerpo de muerte: (Romanos 7:24) hace referencia a la naturaleza de pecado, es decir la que está en la carne, la cual se opone a Dios.

Cuerpo de la humillación nuestra: (filipense 3:21) se refiere al cuerpo actual de creyente con relación al cuerpo que de tener el creyente cristiano.

Conclusión Con respecto al cuerpo humano, podemos concluir que es por Creación, un producto del polvo de la tierra; se sostiene por medio de los elementos que se derivan de la tierra; y vuelve a ella. El cuerpo está sentenciado a muerte por causa del pecado. Está sujeto a la resurrección y será eterno como el alma y el espíritu.

LA PARTE INMATERIAL DEL HOMBRE EN LA CREACION EL ORIGEN DE LA PARTE INMATERIAL DEL PRIMER HOMBRE. 

Habiendo considerado de algún modo la doctrina de la parte inmaterial del hombre, y reconociendo que la revelación más importante con respecto al hombre cuando fue creado se encuentra en las palabras que afirman que el hombre fue hecho a Imagen y semejanza de Dios, y que esta imagen se manifiesta en la parte inmaterial, nos corresponde investigar la verdad que Dios nos ha revelado con respecto a esta verdad. 

La parte material se dice que es creación directa e inmediata de parte de Dios (Gen 2:7), pero la parte inmaterial no se nos dice que fue creada por Dios, ni que haya sido hecha de algún material existente, sino que el Hombre llegó a ser un alma viviente como resultado del soplo divino en el vaso de barro; es decir el soplo de las vidas. La declaración bíblica de Gen. 1:26-27, nos presenta hechos que están muy lejos del entendimiento humano.

Queda claro sin embargo ,que la parte inmaterial del hombre no se originó mediante un acto de creación , sino mediante un acto de TRANSMISION.

El Alma y el espíritu humano fueron , pues, originados por ELOHIM, para garantizar el éxito de esta obra que es la corona de la creación, de los poderes creadores de ELOHIM. LA IMAGEN DIVINA Ya notamos el origen incomparable de la parte inmaterial del primer hombre.

Ahora nos corresponde investigar el significado de la expresión IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS.

Algunos teólogos opinan que la semejanza del primer hombre para con Dios se refleja en lo que dice Eclesiastés 7:29 , basados en esto arguyen que la postura recta del cuerpo del hombre refleja la postura de Dios, otros afirman que la imagen y semejanza se basa en el hecho que el hombre, como Dios, tienen su esfera de Dominio, la autoridad no es la causa la imagen y semejanza , sino que la imagen y semejanza son las que confieren la autoridad.

Hay pasajes del nuevo testamento que nos presentan tres aspectos que les corresponden a los que se visten de Cristo; es probable que estos fueran los que el hombre perdió en la caída.

Ciertamente se vuelven a obtener por medio de la gracia salvadora.

Está escrito en efesios 4:24 y colosenses 3:10 que la regeneración que se realiza en la nueva criatura le asegura Justicia, verdadera santidad (principio), y conocimiento.

La suposición de que el Adán que cayó era la obra suprema de Dios, su máximo propósito, y de que la redención es un intento de salvar algo de los escombros que quedaron de la caída está muy lejos de la verdad.

La salvación actual no es para que el hombre vuelva al estado del Adán no caído, sino para que llegue a estar en conformidad con el último Adán, que es glorificado. ( Rom. 8:29 ; fil. 3:21; 1juan 3:2).

Cualquiera que pueda ser la fuerza del significado de la palabra Semejanza, lo cierto es que la palabra imagen si es un término que emplean las escrituras con completa libertad Gen. 1:26-27; Gen. 5:1-3…….. En este pasaje debemos observar que no se hace ningún esfuerzo aparente para asignarles significado especifico, y distintos a estas palabras importantes. El pasaje sirve para establecer una verdad vital; que ADÁN, el cual fue hecho a imagen y semejanza de Dios , engendro un hijo conforme a esa imagen , es decir , a SET.

Es importante reconocer que en Gen. 5: 1-3 se afirma; que la imagen de Dios, fue transmitida mediante la generación física y describe lo que es real en todo miembro de la familia humana, esto significa que aun el hombre caído tiene la imagen de Dios por lo que entendemos que la redención se provee por causa de lo que el hombre es.

Aunque en toda la biblia se dice mucho con respecto a la pecaminosidad del hombre, nunca se dice que el hombre haya perdido la imagen de Dios. En efecto, la biblia enseña directamente que el hombre caído retiene la imagen de Dios y que, precisamente, esta realidad es la que determina lo horrible de su degradación.

Los siguientes pasajes nos ofrecen una fuerte sugestión con respecto a lo que fue la manifestación original de la imagen divina en el hombre (Mateo 5:48; 1pedro 1:15-16).

Dos excelentes verdades surgen de todo esto:

 a) Que el hombre caído tiene la imagen de Dios.

 b) Que el hombre fue lesionado por causa del pecado hasta tal grado que solo la gracia redentora puede rescatarlo.

En cuanto a la imagen de Dios en el hombre se tiene que tomar en cuenta la relación del Señor Jesucristo, Él es el hijo de Dios; y la biblia enseña que Él es creador , pero también declara que el mismo es el primogénito de toda la creación y por tanto el señor de todo.

En esto hay también un paralelo entre Él y el hombre, puesto que de este se dice que Dios le ordeno ser señor de todas la criaturas terrenales. Del Hijo se dice que Él es la “imagen” expresa de Dios.

La clase de imagen que Él es, pudiera compararse con un grabado en acero que reproduce todos los aspectos hasta el más mínimo detalle.

Por otra parte la clase de imagen que el hombre es pudiera compararse con un perfil oscuro, pero tiene toda la imagen.

La primera creación humana tiene su arquetipo en ELOHIM, pues el hombre fue hecho a imagen de Elohim. La nueva creación tiene su arquetipo en el Hijo de Dios. La gracia salvadora le da al hombre redimido la imagen de Cristo (Ro. 8:29; 1Juan 3:2). DERIVACION Y PERPETUACION DE LA PARTE INMATERIAL DEL HOMBRE En el plan de Dios para la humanidad, a dos seres originales se les dio esta orden “Fructificad y multiplicad; llenad la tierra (gen 1:28), a si se nos indica que ADÁN y EVA, lo mismo que a su posteridad se les dio poderes creadores, que no solo engendran el cuerpo de su descendencia, sino que explican directamente la existencia de sus naturalezas inmateriales.

Sin embargo, se han presentado varias teorías para explicar el origen de la parte inmaterial del hombre, en el caso de cada miembro de la raza de Adán.

 1- Teoría de la Preexistencia: esta teoría enseña que cualquiera que haya sido el origen del cual se derivó al principio la parte inmaterial del hombre está sujeta a la reencarnación o transmigración de un cuerpo a otro incluyendo los cuerpos de las formas inferiores de vida. Esta teoría le debe su origen a la filosofía pagana como el Hinduismo y la Teosofía.

 2- Teoría de la creación: Esta doctrina enseña que Dios crea directa e inmediatamente un alma y un espíritu para cada cuerpo en el momento en que nace un ser humano y que lo único que engendran los padres humanos es el cuerpo.

 3- Teoría del generacionismo: Este sistema de fe afirma que tanto la parte material como la inmaterial se propagan mediante la generación humana.

La biblia da testimonio de que los padres engendran hijos, y no solo cuerpos humanos, también es claro que las características mentales y temperamentales se heredan en la misma forma que la semejanza física (heb. 7:9-10).

El generacionismo reconoce que Dios realiza un acto creador cuando regenera a los hombres (Juan 1:12-13), y que todavía El ha de crear nuevos cielos y nueva tierra.

Por otra parte, es difícil entender como la naturaleza pecaminosa de Adán la cual se atribuye a todos los hombres, pueda existir si Dios crea cada alma y cada espíritu en el momento de nacer.

Bajo estas condiciones, la relación humana tiene que depender solamente de la procreación de un cuerpo sin vida.

ELEMENTOS QUE CONSTITUYEN LA PARTE INMATERIAL. 

Toda la realidad del ser se debe ampliamente al hecho de que es una persona viviente la que actúa en el cuerpo, la que sostiene una relación consiente con todas las cosas , y sin la cual el cuerpo no solo está muerto , sino también esta sujeto a inmediata decadencia. Pero en tanto que esa realidad permanezca en el cuerpo, la vida continúa, el cuerpo se preserva, y su estructura se renueva.

Para referirse al hombre interior la biblia emplea varios términos : Alma, Espíritu, corazón , carne , mente, y surge entonces la pregunta sobre si estos son elementos separados que pueden existir separados los unos de los otros, o si son funciones o modos de expresión del mismo Ego.

Generalmente se cree que todas estas designaciones son modos de expresión.

Hemos de considerar individualmente cada uno de estos elementos que, en conjunto, constituyen la parte inmaterial del hombre.

 1- ALMA: Mediante una fácil transición, esta palabra llega a representar el individuo, la vida personal, la persona, con dos distintos matices que podrían indicarse mejor con las palabras latinas ÁNIMA y ANIMUS.

Como Anima: el alma es la vida inherente en el cuerpo Como Animus: es la mente , el centro de nuestras actividades. 

La individualidad del hombre puede denotarse ( indicarse) mediante la palabras PNEUMA, NEPHESH, PSUCHÉ.

Pneuma: Es el soplo de Dios en la criatura, el principio de la vida que se deriva de Dios. Nephesh: Denota la vida individual en una organización material o cuerpo.

Psuché: El alma , es la posesión individual del hombre, aquello que distingue a un hombre de otro y de la naturaleza inanimada.

En base a lo anterior podemos decir: El hombre no es un espíritu, sino que tiene un espíritu. El es un alma, en el alma , que brota del espíritu y que existe continuamente por medio de el, descansa la individualidad; en el caso del hombre su personalidad, su yo, su Ego. (job 33:4)

 2- El ESPIRITU: Es el principio de la vida en el hombre, de tal modo que en el momento de la muerte, el espíritu se entrega en las manos del señor(luc.23:46)

El espíritu divino es la fuente de toda vida y su poder se comunica en la esfera física, intelectual y moral. Ese mismo espíritu, mediante su mismo soplo hace del hombre un alma viviente (job 27:3). 3-

3-CORAZON : Este término se refiere a la vida humana y al ejercicio de sus energías, es el distribuidor de la sangre por lo que se considera el centro de la vida de la carne, También es el órgano que reacciona ante las emociones humanas.

La palabra de Dios re3laciona el termino corazón con la conciencia propia natural; los pasajes de Isaias 6: 10; 1ª co 2:9 y gen. 6:5 nos ayudan a deducir que el termino corazón representa el ejercicio especifico de las realidades de la vida humana.

 4- CARNE: la palabra carne está sujeta a un empleo triforme en el nuevo testamento.
 a) Parte material del hombre (hechos 2: 30.31) (1ªCor. 15:39)
 b) Las relaciones y clasificaciones humanas ( Isaías 40: 6-8)
 c) Como la naturaleza caída (Ro. 7:18)

Capacidades y Facultades de la parte inmaterial del hombre Al pasar de los elementos que constituyen la parte inmaterial del hombre a sus capacidades y facultades, dejamos de considerar lo que ES dicha parte inmaterial y nos concentramos en lo que HACE. La filosofía de Kant, que clasifica estas actividades en INTELECTO, SENSIBILIDAD Y VOLUNTAD, se acepta generalmente como base de las operaciones del pensamiento.

A ella, sin embargo, habría que agregarle la función de la conciencia, en efecto, la conciencia es como un solitario monitor que juzga todo lo demás dentro del hombre.

INTELECTO: Denota la mente en relación con su capacidad de entender, esto es un tema de la Psicología, sin embargo, cuando se toma en cuenta esa comprensión aumentada que obra el Espíritu Santo en la mente hermana, el asunto entra al campo teológico. El Señor Jesús prometió una iluminación sobrenatural para los no regenerados (Juan 16:7-15). Esta iluminación tiene el propósito de que el no regenerado pueda vencer esa incapacidad de la cual Pablo hace mención (2da Corintios 4: 3-4)

SENSIBILIDAD: Esta función se clasifica propiamente como una parte importante de la Psicología; sin embargo hay mucho que es emocional tanto en Dios como en el hombre, lo cual es teológico. En este respecto, el hombre reflexiona sobre lo que es verdadero en Dios o se lo imagina. En el caso de la sensibilidad como en el intelecto, el poder del Espíritu Santo puede obrar y ampliar la capacidad experimental (Romanos 5:5) Las escrituras declaran que la compasión divina puede hallar expresión por medio del cristiano, y que dicha compasión no surge por motivo de la capacidad de los cristianos sino por el Espíritu que mora en ellos. (Gálatas 5:22 -1ª. Corintios 13.1-13).

VOLUNTAD: Este es uno de los principales temas de la Teología no solo en la Antropología sino también en la Soterología. El hombre fue creado a imagen de Dios y refleja los atributos divinos. La voluntad del hombre directamente relacionada con el teísmo. La voluntad actúa generalmente movida o influida por el intelecto y las emociones y la voluntad del hombre no es otra cosa que la experiencia de actuar sin necesidad consciente. El intelecto y las emociones reciben influencias de un poder superior (Efesios 2:2) y del regenerado (Filipenses 2:13) estos dos versículos determinan la verdad, de que no hay voluntad humana que sea libre en el sentido absoluto de las palabras. En Juan 5:40 - 6:44. Cristo se dirige a los que están bajo la influencia satánica, como lo están los no regenerados y como Dios conmociona al hombre interno para traerlo a Jesús; todo esto lo experimenta el intelecto, la sensibilidad y voluntad. La fe, o sea la confianza en Dios, es una obra divina en la mente; y para ello, ahí está la bondadosa invitación (Juan 6:37) Para aquellos que están sujetos a la voluntad de Dios siempre, hay un cúmulo creciente de conocimiento de la verdad a su disposición. A este respecto dijo Cristo (Juan 7:17)

CONCIENCIA: Esta es la facultad que revela más completamente lo que es la imagen de Dios en el hombre. La estimación sobre lo que realmente es la conciencia varía ampliamente, algunos sostienen que no es una parte integral del hombre, sino la voz de Dios. Por otro lado está la noción de que la conciencia no es más que una inclinación de la mente, que le ha quedado por la disciplina de la niñez. La escritura no apoya ninguno de estos dos extremos. La conciencia no está sujeta a la voluntad, sino que más bien se sienta a juzgar la voluntad y todos los demás aspectos de la vida del hombre. La mente puede originar pensamientos, la memoria puede retenerlos, el espíritu puede discernir el valor de ellos; y el alma responde a dichos pensamientos; pero la conciencia juzga esos pensamientos con respecto a su valor moral. El testimonio de La Biblia con respeto a la conciencia es que ella puede ser natural (no regenerados), y sobrenatural (regenerados). Conciencia de los no regenerados (Tito 1:15; Hebreros 10:22; Juan 8:9; 1ª. Timoteo 4:2) Por otra parte, la conciencia sobrenatural que es la del cristiano es mucho más compleja ya que se arguye que el cristiano es influido por el Espíritu Santo que mora en él, el cual se aflige o no se aflige, según la vida que lleva el cristiano.

El Estado de inocencia

1. El ambiente del primer hombre La descripción del ambiente del primer hombre se encuentra en Génesis 2: 8-9, 15; podemos decir según la descripción bíblica que el ambiente en el cual vivió el primer hombre era tan placentero como pudiera ser lo en lo que respecta a las cosas materiales. Esto significa que la situación en la cual fue colocado el primer hombre, por ningún motivo hubiera podido contribuir a la causa de la caída.

 2. La responsabilidad del primer hombre Esta enfoca a la manera de vida, la obligación que recayó sobre él es la misma norma o el mismo dechado (ejemplo y modelo de virtudes y perfecciones) para toda la vida humana en la tierra. Durante el período que vivió Adán antes de la caída, ese ideal se cumplió a cabalidad para satisfacción del creador. Esa responsabilidad la podemos concretar en las palabras: El actuaba conforme a la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es aquello que uno pude hacer, con lo cual se mantiene la comunión con el padre y con el hijo (1ª de Juan 1:3-4). El hecho de que el cristiano puede andar y hablar con Dios, de que se le otorga la guía y la enseñanza del Espíritu Santo y de que se le dota de capacidad para que pueda cumplir la perfecta voluntad de Dios.

 3. Las cualidades morales del primer hombre Puesto que la santidad puede ser activa o pasiva (virtud positiva o ausencia del mal), las cualidades morales del primer hombre tuvieron que ser pasivas. Él era inocente con respecto al pecado. No había tenido la oportunidad de desarrollar un carácter moral probado; sin embargo, no hay ningún documento para probar que él no entendía la diferencia entre el bien y el mal. Si, como algunos han afirmado, el fue solamente un niño en cuanto a facultades mentales (lo cual implica que toda su vida hubiera sido un infante), entonces, su responsabilidad moral era muy pequeña, casi hasta el punto de desvanecerse. Para que Dios tratara al hombre completa mente responsable, certifica el desarrollo moral que había logrado. Es cierto que él no podía recordar ninguna clase de historia, ni podía poner en orden los valores acumulados por la experiencia ya que Dios creó a un hombre maduro que poseía valores acumulados hasta el grado requerido para la madurez de la acción. Así que es imposible el pensamiento de la inmadurez y de la irresponsabilidad. Sin embargo, la santidad del primer hombre antes de la caída era pasiva en el sentido de que era inocente y de que su carácter no estaba probado.

 4. El tentador del primer hombre Debemos reconocer que no se identifica al tentador en el relato del Génesis (3:1), en Apocalipsis 12:9 es donde se identifica a la serpiente con el diablo o Satanás. Antes de eso, en el Nuevo Testamento, hay evidencias claras de que Satanás fue el que tentó a Eva (2da Corintios 11:3; 1ª Timoteo 2:14). Se debe observar también que, a medida que progresa la revelación de esta Doctrina, la manifestación clara sobre el tentador no se ofrece hasta después de haberse cumplido la redención en la cruz. El relato original no identifica al tentador, sino que se refiere a la criatura que empleó como medio de comunicación. El relato bíblico establece que el hombre y la mujer, habiendo sido creados fuera del huerto, fueron colocados en él y que se les encomendó cuidarlo. Dentro del Jardín del Edén había dos árboles: “El árbol de la vida” y el “árbol de la ciencia del bien y el mal” de este último se les prohibió comer y el castigo en caso de que comieran, señala la muerte en todas su formas (Génesis 2:17). La mujer fue la primera que tomó del fruto y luego le dio al hombre, el cual también comió. De acuerdo con la Biblia, ellos llegaron a ser culpables de muerte. Por tanto, fueron expulsados del Jardín del Edén. Hay tres teorías tocantes a la caída: a. Los que creen que el relato es una ficción b. Los que intentan mezclar la realidad con lo alegórico-ficticio c. Los que dicen que el relato es literal – histórico.

 5. La tentación a que fue sometido el primer hombre. La pregunta directa que hizo Satanás, según el versículo uno de Génesis capítulo 3, pudo sugerir que había injusticia en la restricción divina con respecto a tocar el árbol. La pregunta sirvió para hacer reaccionar a la mujer, la cual a su vez fue tan audaz que agregó las palabras “ni le tocarás” las cuales no las había dicho Dios. Satanás, sin embargo, fue más osado que ella al afirmar: “NO MORIRÉS”. Esa era una contradicción directa contra el decreto de Jehová. Aparte de esta contradicción, Satanás les descubrió la verdad de que al actuar independientemente, lo cual constituye realmente la desobediencia, ellos serían como Dioses. La ambición de ser más alto que el altísimo (Isaías 14:14) fue el pecado original de este gran Ángel y no es poco el significado que se le agrega al hecho de que él trajo su propio pecado de independencia de Dios como tentación para Adán y Eva. Así se hace evidente que en esta disposición a actuar fuera de la voluntad de Dios reside el carácter del pecado. A la mujer le pareció “que el árbol era bueno para comer y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría (Comp. 1ª Juan 2:16). Los más profundos anhelos de su propio ser respondieron a la tentación, y la hicieron rendirse ante el mal y rechazar a Dios. El hecho de que Adán cayó en el mismo pecado no le agrega más al relato, sino aquello que se declara en 1ª Timoteo 2:14, donde se nos dice que él no fue engañado, sino que pecó con conocimiento y voluntad. La posibilidad de prueba para Adán estaba sumamente restringida antes de la caída. El no estaba sujeto a la tentación de la avaricia, ni a la codicia, pues él era el señor de toda la creación terrenal, no podía ser inducido a las relaciones sexuales inmorales, puesto que estaba casado con la única mujer que había en el mundo. El único pecado posible era el pecado supremo de rechazar a Dios. Así que la primera transgresión, la de Adán, no se repite, fue una transgresión única (Romanos 5:12, 15-19). La naturaleza precisa del pecado no cambió mediante su entrada en el mundo ya que este proviene de alguien que es el padre del pecado (Satanás). La pena que amenazaba caer sobre Adán era la pena de muerte en todas sus formas: Espiritual, física, eterna. Nuestros primeros padres murieron espiritualmente el día cuando desobedecieron a Dios, ese mismo día llegaron a ser mortales, con lo cual comenzaron a morir físicamente y de una vez quedaron sujetos a la muerte eterna, a menos que fueran redimidos de esta parte de la sentencia. Esta redención se declara al concluir el juicio que se pronunció sobre la serpiente y por medio de ella contra el tentador que se había encarnado en ella. La Caída La caída del primer hombre debe considerarse a la luz de lo que le precedió (inocencia, tentador, tentación) y de lo que le siguió (muerte espiritual y depravación, muerte física). Ya Dios había advertido lo que le sucedería al hombre (Adán) el día que comieran del fruto que les había prohibido, ciertamente morirían.

La sentencia que estaba prevista se dictó; y se les impuso la condena de muerte en tres formas:

 1) Muerte espiritual = Que es el acto mediante el cual alma y espíritu del hombre quedan separados de Dios. (cayó sobre ellos en el momento de pecar)

 2) Muerte física = Comenzó de inmediato su inevitable proceso de desintegración, el cual habría de culminar algún día en una separación en la cual el alma y el espíritu (de Dios, pneuma vida) se separan del cuerpo.

 3) Muerte eterna = Que es la muerte segunda, según la cual los pecadores quedaron sujetos al lago de fuego, donde el alma y el cuerpo estarán separados eternamente de Dios.

La muerte espiritual y la depravación La muerte espiritual y la física, aunque son muy diferentes en carácter y en la forma en que se aplicaron a la posteridad de Adán.

Se originaron igualmente en el primer pecado del primer hombre. Las personas que están muertas espiritualmente, pueden estar físicamente vivas. El Apóstol Pablo lo afirma (Efesios 2:1-10), del mismo modo, el Apóstol afirma (1ª. Timoteo 5:6) Cuando Adán cometió el primer pecado, experimentó una conversión al revés.

Llegó a ser degenerado y depravado. Dentro de él se desarrolló una naturaleza caída, que es contraria a Dios y siempre inclinada al mal.

Su constitución se alteró fundamentalmente y así llegó a ser un ente enteramente diferente del que Dios había creado.

El ángel más alto en jerarquía y toda los que se unieron a él en la rebelión contra Dios habían experimentado una caída similar a la degeneración.

Ningún ser humano a excepción de Adán ha llegado a ser pecador por haber cometido el pecado.

Todos los demás nacemos pecadores.

Aquí hay que saber hacer una distinción entre el pecado como acto malo y el pecado como naturaleza mala.

Por causa de un acto pecaminoso, Adán adquirió una naturaleza pecaminosa; entre tanto, todos los miembros de su generación nacen con la naturaleza pecaminosa.

Por causa del pecado, Adán quedó sujeto al dominio de Satanás, él se rindió ante el maligno.

Es necesario poner atención a cuatro pasajes del Nuevo Testamento: 2da. Corintios 4: 3-4 (Perdidos bajo el poder de Satanás, ciegos con relación al evangelio). Colosenses 1:13 (Cuando llegamos a ser salvos, somos trasladados del poder de las tinieblas al reino del Hijo de Dios). 1ª. Juan 5:19 (Declara que todo el cosmos está bajo el maligno). Efesios 2: 1-2 (Satanás opera en los que no son salvos).

Estos versículos establecen la presente relación entre los no regenerados y Satanás, pero también nos revela la relación en la cual Adán quedó desde el momento en que pecó.

El cambio inmediato que se operó en Adán y Eva se nos revela cuando se nos dice que ellos se avergonzaron por descubrir que estaban desnudos, esto obedece a realidades, mucho más profundas que fueron simbolizadas en la experiencia inicial de la humanidad.

La vergüenza que experimentaron (Adán – Eva) no era entre ambos, sino entre ellos y Dios. Ellos habían experimentado un cambio en su constitución misma que los había separado de Dios.

La expulsión inmediata del huerto prueba la verdad de que habían quebrantado voluntariamente su relación con Dios por lo cual se escondían de su presencia.

Ellos mismos no se sentían ya dignos de encontrarse con Dios cara a cara por lo que ellos intentaron vestirse por su propia cuenta, lo cual no les fue útil en ningún sentido, Dios los vistió con pieles simbólicas del derramamiento de sangre (Hebreos 9:22 y Romanos 3:24).

Si seguimos el relato bíblico sobre la caída del hombre, este nos descubre la evidencia universal de la muerte (Comp. Génesis 5: 5-31).

Algunos hombres santos inspirados por el Espíritu Santo declararon (Job 14:4) (Job 15:14) Salmo 51:5) (Isaías 1: 4-6) (Marcos 7:15, 20-23) (Santiago 1: 13-15).

La doctrina de la depravación se deduce de estos testimonios.

Estas escrituras no pudieran explicarse de otro modo.

Esto precisamente fue lo que motivó la gracia salvadora de Dios en Cristo Jesús.

Las personas no salvas no solo están perdidas por causa de sus pecados personales, también lo están por naturaleza (Efesios 2:3).

En palabras de Jesús (Juan 8:44) solo la gracia salvadora de Dios que otorga a quienes no la merecen por medio de la cruz la cual no solo incluye el perdón de los pecados cometidos, sino también importa una nueva naturaleza divina.

Las escrituras la santidad de carácter (conjunto de cualidades propias de una persona, que se distingue, por su modo de ser u obrar) en cualquier persona de la humanidad como una excepción, (cosa que se aporta de la regla o condición general) e indica que eso se debe a la gracia que hace que los hombres sean nuevas criaturas y que las cosas sean nuevas.

La muerte física La separación de alma y espíritu del cuerpo, experiencia que se llama muerte física, no es comparable de ninguna manera con la muerte espiritual, aunque ambas se originan en el primer pecado del primer hombre.

Hay quienes están muertos espiritualmente y, sin embargo, están físicamente vivos, y también hay muchos que han muerto físicamente y, sin embargo, tienen vida espiritual, en el sentido de que no pueden dejar de existir.

Al fin, si el hombre no es redimido de la muerte espiritual en esta vida, por medio de la gracia redentora, va a parar en una interminable muerte segunda.

Conclusión Hemos considerado el origen del hombre por creación, su constitución, sus capacidades, la tentación a que fue sometido y la caída y también los resultados de esa caída sobre él mismo y sobre su posteridad.

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